martes, 11 de octubre de 2016

Dimes y diretes


Hay quienes se sienten tremendamente dolidos ante la afirmación de que el TEA es un condicionante que se puede curar.
Dicen que quienes pretendemos revertir esta situación, no aceptamos a nuestros hijos tal y como son, y que sufrimos una especie de duelo por la pérdida del hijo perfecto con el que soñábamos.
Que ponemos nuestra frustración por encima de su salud.
Que somos unos ignorantes a quienes engañan fácilmente, porque estamos desesperados.
Que pagamos grandes cantidades de dinero por tratamientos milagrosos, y que en ocasiones, para poder costearlos, nos vemos obligados a vender esos tratamientos a otros padres.
Que cuando la dieta milagrosa, (que así la llaman a modo de mofa) no funciona, el charlatán que nos la vende, se escuda en que no hemos seguido bien sus indicaciones.
Que somos unos hippies alternativos, y que a causa de esta dieta, nuestros hijos padecen carencias alimentarias que pueden acabar incluso en muerte.
Que las pruebas analíticas se les realiza a los niños en lugares de dudosa reputación, y por unos desalmados que posteriormente falsifican los resultados.
Hay casos en los que, gracias a Dios, la Sanidad Pública llega al rescate y logra salvar al niño en cuestión. Y entonces la noticia llega a los medios de comunicación, con declaraciones de unos padres arrepentidos, que dicen sentirse engañados por sectas como los grupos antivacunas, ante la mirada benevolente y misericordiosa de la administración y como no, las duras críticas de la opinión pública.

Es lamentable que se vierta tanta información falsa y malintencionada, con el único propósito de amedrentar a las familias; además de ser un insulto al gran amor que sentimos por nuestros hijos, a nuestra dignidad y a nuestra inteligencia.
Cada cual es libre de opinar y  hacer con su hijo lo crea conveniente; lo que no se puede hacer, es mentir y faltar el respeto de esta manera. Ya suficiente sufrimos las familias sin tener que lidiar también con estas pantochadas.

Por otro lado, no deja de asombrarme, que parte de estas declaraciones vengan por parte de padres de niños con autismo, padres que sufren por sus hijos igual que lo hacemos nosotros por los nuestros.
En el mundo de la medicina alternativa, hay buenos y malos profesionales, al igual que en la medicina convencional o en cualquier otra profesión. No dudo, que por desgracia, muchas familias sean engañadas, pero muchas otras encontramos a grandes profesionales, y al ver los avances que hacen  nuestros hijos a diario nos volvemos fuertes, y crecemos también a nivel personal, con una lógica de vida que disrumpe con el modelo consumista que tanto daño les hace a nuestros niños y a nosotros mismos.

Hay muchos blogs como este,  blogs escritos sin otro propósito que el de difundir que SI SE PUEDE HACER MÁS, cosa que no sería necesaria, si quienes trabajan en la sanidad se dedicaran a hacer bien su trabajo, informándose, investigando, abriendo la mente a la evidencia (como ocurre ya en muchos países fuera de Europa), con la verdadera intención de ayudarnos en lugar de mantener unas teorías obsoletas y desfasadas, que lejos de ser la solución, nos hacen perder un tiempo valiosísimo. Ese y no otro, es el único interés que nos mueve. Me sorprende que algunos de quienes dicen que tenemos otras intenciones, sean los mismos que al final de sus paginas, añadan un número de cuenta, y pidan humildemente una solidaria aportación para poder seguir informando. Y es que cree el ladrón que todos son de su misma condición.

Gracias a un especialista en varias técnicas de medicina natural (como homeopatía, acupuntura, osteopatía, reflexología, medicina china y nutrición ortomolecular entre otras) descubrimos que nuestra Daniela, un niña aparentemente sana (TGD aparte) tenía altos los niveles de aluminio y mercurio, mala absorción intestinal, un sistema inmunológico comprometido, candidiasis, bajos niveles de Co2 y otros muchos desajustes metabólicos. Y quiero aclarar que estos resultados fueron obtenidos a partir de análisis clínicos, realizados en Hospitales y laboratorios reconocidos, y que dichos resultados nos fueron entregados a nosotros directamente, sin intermediarios, sin trampa ni cartón.
Cada niño con TGD es distinto, cada uno padece diferentes grados de afectación, provocado por distintas causas, y vale la pena averiguar que hay detrás de todo ello.




Sé que me desvío un poco del tema principal, pero no puedo resistirme a compartir con vosotros una conferencia del doctor Alberto Martí Bocsh. Un ejemplo de que la medicina alternativa no es un timo, que si funciona, que bien aplicada no es peligrosa y que en ocasiones, es incluso mas eficaz que la farmacéutica. En esencia, lo que explica este doctor no difiere mucho del tratamiento que sigue Daniela, dieta sin gluten, caseina, soja, azucares, conservantes, colorantes y suplementación natural. Os lo recomiendo de corazón, si podéis sacar un poquito de tiempo, sentaros y vedlo hasta el final. A mi me resultó enriquecedor.



Nadie nos a prometido sacar a nuestra hija del autismo, pero creemos firmemente, en que si regularizamos su estado de salud,  los síntomas de este trastorno mejoraran, y es que el intestino, es nuestro segundo cerebro.
                                               
                                                   


Hace unos meses se puso a la venta el libro Vencer el autismo de Bruce Fife. Este naturópata declara que el aumento de casos de autismo en los últimos veinte años no puede atribuirse a los génes, y que es mucho más probable que este trastorno esté relacionado con los hábitos de vida que llevamos, así como los cambios en nuestra dieta.
Bien, pues estas afirmaciones han puesto en pie de guerra a las personas que sufren Trastorno del Espectro Autista y a sus familiares. Ainara, una chica  que vive en Londres, al enterarse que el libro se publicaba en España (se había publicado ya en Reino Unido y Estados Unidos) decidió firmar una petición en la plataforma change.org para intentar que las librerías retirasen esta obra de sus estanterías, y ya ha superado las 33.000 firmas.
El periódico que publicó la noticia, hizo eco de todas las lindezas que le dedicaban al autor, a lo que él respondió lo siguiente "Creo que no se lo han leído y no han visto las evidencias médicas que presento. La dieta que yo preescribo no hace daño a nadie, por lo que no entiendo como una persona con autismo no quiere ni probarla".
Miguel, padre de un niño con Asperger que también esta recogiendo firmas, afirmó que efectivamente no se había leído el libro y que no pensaba hacerlo, pues ello solo contribuiría a que aumentara su enfado. Además, dice sentirse orgulloso de colaborar en que nadie caiga en lo que el considera un engaño.

Existen estudios a lo largo y ancho del planeta que corroboran las tesis de este libro, y no comprendo que hayan personas que dediquen mas tiempo a tirar piedras sobre su tejado, que ha sentarse a estudiar la manera de salir de lo que ellos llaman "su manera de ver el mundo".
El autismo es todo menos una manera de ver el mundo, y esta noticia es un claro ejemplo de toda la negatividad y la desinformación que hay sobre estas terapias.

El enlace que dejo a continuación es de una noticia publicada precisamente hoy. No os perdáis los comentarios que aparecen al final de la página, uno de ellos lo escribe Susana, a quien tengo el gusto de conocer personalmente, madre de un niño recuperado de TEA . Ella también es creadora de un blog, lamochilademario.blogspot.com
http://m.bebesymas.com/salud-infantil/cuidado-con-la-naturopatia-un-nino-de-4-anos-con-autismo-estuvo-a-punto-de-morir-por-ella#comments-close



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